lunes, 16 de mayo de 2011

A blonde in love

Estoy increíblemente triste; triste se queda corto. Estoy destruida, destrozada, siento verdaderas ganas de morir y lo único que puedo hacer en este momento es llorar y escuchar ese llanto.

Me duele el cuerpo, siento presión en el pecho y tengo el corazón rotísimo. Tan roto que late y me clava las puntas de las fisuras, convirtiéndose en un recordatorio constante de ese sufrimiento.

Lo que siento es absoluto, trágico y total. Sé que a partir de hoy yo ya no seré la misma persona.

Este lugar es el único donde voy a dejar constancia de que estoy pasando por uno de los peores momentos de mi vida. Me la cagué yo sola y voy a tener que aprender a vivir con ello.

También, a partir de este instante, me doy piedra libre para llorarte, rogarte en silencio que me perdones y lamentar todo el amor que siento

Pero todo para que salga.

Yo a vos no vuelvo más

y ésto acá acabó.

4 comentarios:

  1. Ay, es muy fuerte. Tu forma de describir llega.

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  2. Pero el amor nunca se va, queda enterrado pero queda vivo.
    Yo pienso que amar es como vomitar un conejito bien chiquito, hermoso y blanquísimo. Un conejito que nunca podría matar.

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