lunes, 6 de febrero de 2012

Cuando terminé de mirar A Separation me quedó esa sensación de malestar, incomodidad y hasta un poco de dolor. Tanto fue que me quedé sentada en el sillón del living de mi casa, mirando la pantalla negra del televisor y llorando. Por ahí es fácil usar una película como excusa para que el mismo cuerpo pueda descargar algo que tiene adentro por diferentes motivos y capaz es por eso que el compenetrarse seriamente en una película podría ser objetable, abriéndole la puerta a todos esos teóricos como Godard o Bretch que abogaban por un evidenciamiento del dispositivo y preocuparse de que el espectador esté constantemente conciente de que lo que ve es mentira, no existe, no tiene correlación con la realidad. Difícil se hace cuando lo que se ve es algo que claramente sí pasa. El problema del Pathos, gitaría Aristóteles.
Bueno, más allá de toda esta cuestión que no viene al caso, o sí, pero estoy demasiado cansada como para explayarme y dar una opinión,la película te hace cuestionar o por lo menos pensar, sobre cómo muchas veces esperamos que el otro reaccione de determinada manera y cómo esa reacción es la que nos va a demostrar el sentimiento del otro. Me refiero a no hacerse cargo de los propios deseos de uno, de necesitar que alguien nos haga sentir lo que queremos sentir. Y como cuando esas expectativas no se cumplen, nos podemos ver envueltos en una infelicidad enorme y dejarlo pasar como que nunca tuvimos opción.

Dios, lo que daría por un cigarrillo.

3 comentarios:

  1. Hola, somos los pulpos, amigos y colaboradores de ocho brazos de Sergio a.k.a. The Question. El cine es una de las expreciones artísiticas que pueden generar sensaciones o sentimientos diversos en los espectadores.

    Lo mejor es no esperar que una persona reccione exactamente como uno desea porque en la mayoría de las veces uno terminará frustrado. Hay una línea muy delgada entre nuestros deseos y las ilusiones que uno llega a tener sobre determinadas personas o situaciones.

    Saludos, deseamos que tengas un excelente día.

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  2. Primero, puedo compenetrarme con algunas peliculas. Sentir identificado con algunos personajes, como X-Men. O incluso indignarme cuando muere uno de los personajes que me había llegado a agradar. Tambien como en X-Men.
    Eso también me pasa con programas menores de televisión.
    Segundo, me niego al distanciamiento, me parece absurdo, sin sentido. La compenetración no implica ignorar la ficción. Aceptar el distancimiento me parece una paradoja. Para distanciarse había que compenetrarse, no aceptar lo que propone el autor. Me interesa eso del pathos.
    Lo que sé es que me niego a llorar por una pelicula. No digo que sea una virtud.

    Te recomiendo mi poste mas reciente.

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  3. no he visto a separation pero tengo muchas ganas, pero sí que me dejó igual con malestar martha marcy may marlene, es rara esa peli pero me gustó, y elizabeth olsen está genial.

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