lunes, 1 de noviembre de 2010

Estás todo el día a mil. Hablás con muchas personas, contestas sms con un celular, hablás con el otro. Vas al super, pagás cuentas. Mucha gente. Mucho ruido. Facebook, notificaciones, chat, mails.
Luego se van todos, se hace de noche, cerras sesión, apagás la música y te sentás en la cama solamente vos y tu cabeza que sigue a trajinando.

Ese minuto hasta que te acostumbrás al silencio, se siente como abandono, como tristeza.

Es terrible.

1 comentario:

  1. Argh a mí me pasa muchas veces, te entiendo por completo, qué bien lo describiste. El cambio de todo el ruido, al silencio más abosluto, aunque tu cabeza no para de seguir dándole vueltas a todo, recordando conversaciones que has tenido durante el día, momentos, frases que has leído, risas, etc...

    Hacía tiempo que no me pasaba por aquí, pero le he estado echando un vistazo a las últimas entradas, y me encantó el post de Eternal sunshine of the spotless mind. Que bonita película (L)

    un bso!

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